El ferrocarril será quien tome mayor participación dentro de la Logística de Hidrocarburos. La razón de por qué el ferrocarril será el actor principal en la actividad logística de los hidrocarburos es clara. Primero, el país no cuenta con la infraestructura en puertos para abastecerse vía marítima, así que al menos en los primeros años de apertura de este mercado, habrá que descartar al transporte marítimo como una opción para el abasto desde el mercado de Texas; no obstante, su mayor competitividad frente al ferrocarril y las facilidades que tienen las refinerías texanas de Corpus Christi, Galveston, Houston y Port Arthur, para la exportación vía buque, la limitante está en nuestro país.
El tiempo para lograr que el buque pueda ser un competidor serio para el ferrocarril estará marcado por el tiempo que tarde la construcción de al menos la primera terminal especializada en los puertos mexicanos del Golfo. Y aun así, el ferrocarril seguiría siendo la mejor alternativa para unir esas terminales marítimas con las terminales interiores de almacenaje en los grandes centros de población y de consumo del altiplano.
Una condición muy similar tenemos en el caso de los ductos. Durante muchos años Pemex dejó de invertir en infraestructura de distribución de combustibles con el argumento de la baja rentabilidad que ofrecía esta actividad versus la extracción de crudo, cuya tasa de retorno ha sido casi siempre de 300% cuando los precios del crudo llegaron a su nivel más alto en el 2008.
México adolece de la falta de una red de oleoductos en diferentes zonas del país, así como de una conexión múltiple y suficiente con Texas para usar esta modalidad como una alternativa a la importación de combustibles y su posterior distribución. Las nuevas empresas que entrarán a competir con Pemex en este mercado deberán ser las que desarrollen por su cuenta esta infraestructura.
Los ductos son el medio de transporte más competitivo para el transporte de combustibles, pero hace falta una mayor red para que sean una solución a las necesidades que el país enfrenta. Además, en México su seguridad es muy vulnerable debido a las bandas criminales dedicadas a extraer combustibles de los ductos de Pemex, las cuales se han sofisticado mucho en horadar los ductos para poder succionar el producto.
En el mediano o largo plazo, es posible que ésta sea la mejor solución de logística, pero su construcción y desarrollo tomará cierto tiempo. Así, la solución que tenemos es el ferrocarril.
El diseño de servicio a través de trenes unitarios ofrece las economías de escala que en este momento están buscando los importadores, además de ser el medio de transporte que ofrece para estos productos la mayor seguridad, dado que un ferrocarril no puede ser desviado como sí una pipa, ni ser ordeñado en tránsito.
En conclusión, la mesa está puesta para que el ferrocarril sea el eje a través del cual gire la logística de hidrocarburos en esta nueva época de apertura a nuevos actores privados que importarán, almacenarán y distribuirán gasolinas y diésel en competencia con Pemex.
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Autor:
FRANCISCO ESTRADA
Director General
Logiskoach
